El hartazgo del público frente a los “influencers inmobiliarios” en redes!
Por: FERNANDO GIRALDO NARANJO (Estratega en Mercadeo y Publicidad, CEO en FGN Advertising Global Boutique)
En un mercado cada vez más competitivo, el abuso de las redes sociales por parte de agentes inmobiliarios que se autodenominan influencers, ha comenzado a generar el efecto contrario: desinterés, desconfianza y agotamiento en el público objetivo. La falta de autenticidad, la sobreexposición y la carencia de contenido útil, están deteriorando la imagen profesional del sector en el entorno digital.
Sí, es cierto, hoy tenemos una creciente frustración entre el público debido a la abundancia de presentadores inmobiliarios en redes sociales que se presentan como influencers, especialmente a través de videos informales.
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¿Qué está sucediendo exactamente en el sector?
La industria inmobiliaria ha encontrado en las plataformas digitales un poderoso canal de difusión, pero también ha caído en una trampa peligrosa: la banalización del rol del agente inmobiliario. En lugar de posicionarse como asesores expertos que generan confianza, muchos corredores han optado por convertirse en presentadores de redes, adoptando poses de animadores de circo e influencers sin un enfoque estratégico, ni una narrativa de valor.
La sobresaturación de contenido es uno de los principales detonantes del rechazo.
El público percibe una avalancha de videos repetitivos, mal editados o centrados únicamente en el lujo aparente, donde las propiedades se presentan como si fuesen productos de consumo inmediato. Esta constante exposición genera fatiga visual, auditiva y mental, y, por ende, desconexión con el mensaje.

¿Un hostigamiento desbordado?
A esto se suma una preocupante falta de autenticidad. Las audiencias detectan fácilmente cuando un contenido está inflado, cuando un agente presume cifras poco verificables, o se muestra más preocupado por su imagen personal que por resolver las dudas del comprador. En lugar de transparencia, muchos ofrecen una versión idealizada de sí mismos y del mercado, que genera más ruido que resultados.
Otro punto crítico es la irrelevancia del contenido. En lugar de información técnica, asesoría financiera, análisis de mercado o resolución de problemas reales, se reproducen una y otra vez los mismos formatos vacíos. No se aporta conocimiento útil para el cliente comprador, inversionista o arrendatario. Esta ausencia de contenido de alto valor agregado reduce la credibilidad del canal y diluye el posicionamiento profesional del agente.
La gente está cansada de tanto presentador inmobiliario en redes presumiendo ser influencer a través de videos.
Además, se ha desvirtuado el concepto de «influencer». Muchos se apropian de esta etiqueta sin tener una comunidad real ni ejercer influencia efectiva en la toma de decisiones de su audiencia. Lo que debería ser una autoridad reconocida por su experiencia, termina siendo una fachada superficial que prioriza la vanidad por encima del contenido.
Finalmente, el enfoque de venta directa ha desplazado la verdadera razón de ser de un profesional inmobiliario: la asesoría integral. Los usuarios no buscan solo propiedades, buscan acompañamiento, información clara, confianza y respaldo. Cuando todo se reduce a una vitrina digital con discursos trillados, anacrónicos y descafeinados, el resultado, es el agotamiento emocional del cliente potencial.
(TAMBIÉN EN FGN ADVERTISING: MARKETING VS. PUBLICIDAD, ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA? )

Urge una reinvención de la industria!
El marketing inmobiliario en redes sociales necesita una reinvención urgente. Es momento de dejar atrás el show vacío del “presentador estrella” y regresar al núcleo del oficio: conectar desde la experiencia, educar con argumentos sólidos y generar confianza real. En un mercado sofisticado, no triunfa quien más publica, sino quien mejor aporta.
Según estudios, el público está agotado de que le hablen personas totalmente desconocidas tratando de persuadirlos en la compra de un bien de altísimo valor, es un acto de ignorancia y atrevimiento absoluto.
A esto se suma una dimensión no menos relevante: la falta absoluta de profesionalismo en la imagen y proyección personal de muchos corredores traumados de influencers. La carencia de lenguaje corporal adecuado, un tono verbal inseguro o inadecuado, el descuido en la presentación personal y, en muchos casos, una evidente falta de aseo, reflejan un desconocimiento total del entorno corporativo y comercial donde se mueve el negocio inmobiliario. En una industria que vende estilo de vida, inversión y patrimonio, la presencia del asesor es parte del producto.
*Este artículo fue creado por la Sala de Prensa de FGN Advertising Global Boutique con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza ‘Machine Learning’ para producir texto similar al humano.
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Cortesía: FERNANDO GIRALDO NARANJO / FGN Advertising Global Boutique.
